lunes, 27 de junio de 2011

Music non stop!: “Que la música no pare”


Corporeizar el análisis de la letra, la estética y la música de Nuca del tema “Que la música no pare” no es moco de pavo como parecería a primera vista. Sus raíces no son tan claras como aparentan. Es un tema que sólo pareciese una inducción a bailar-poguear al mismo tiempo y, supuestamente, eso sólo. Pero para mí, escucho-pienso-siento algo más detrás que no dejo de disfrutar.

por Darío Estryk. 

Detengámonos primero en la epistemología de la expresión “Que la música no pare”. Como explica Matías “El Chávez” Méndez, creador del tema, en varias de sus entrevistas esta atrás la mano-cabeza inspiradora de Uwe Schmidt. Un compositor muy particular que hace “cumbia alemana” en su etapa Señor  Coconut y sintetiza todos los instrumentos de una orquesta “latina” en samplers y la forma que tiene esa orquesta de procesar a la vanguardista banda Kraftwerk en código “latino-electronico” y hace que el tema “Music Non Stop” formato cumbiancho-alemán (Señor Coconut)  le parta el bocho a El Chávez.
De ahí viene la traducción de “Music non stop” al tema que abre la placa del disco “La maquina de la pampa”, editado en 2006.

Ahora, ¿Cómo puede, la genialidad de El Chávez, transformar esa influencia de cumbia sintetizada en un tema cuasi punk hip hopero? Por lo que se puede escuchar en el primer disco de El Chávez solista, primero él hizo una prueba de samplers, un boceto que no cuadraba mucho en el género de Nuca y luego seguramente lo habrá hablado con sus compañeros para ver como podía hacer entrar ese “engendro creativo” dentro de lo que venían haciendo. Si a alguien se le ocurriese hacer el experimento psicodélico de poner el tema de Nuca y el tema de Señor Coconut al mismo tiempo, se pueden llegar a ver las coincidencias, en ciertas armonías y se podría llegar a cantar arriba del tema de “Music non stop” el tema de Nuca, pero bueno, no lo intente en casa. Debía ser seguramente el elemento que le faltaba para que le cayese la ficha de cómo armar el tema. Ahora el tema no termina en las raíces de donde saca la consigna del tema sino que no puedo dejar de mencionar  también la influencia de la “comunidad yatay” en él y la influencia de él en la comunidad yatay (Yicos, Shambala, Ojas).

La presentación a coro es el comienzo, sólo el comienzo hacia donde se deslizan las letras:

Tanta gente tiene su ilusión dormida/ porque nunca nadie puede saber bien
cuando se termina el curso en esta vida/ todo lo que no pudo hacer.

Mi interpretación parte  sobre la base de que las personas que no tocan fondo, y por lo tanto no tienen, evitan o desmienten tener sus crisis no se dan cuenta de la finitud de la vida, y al no darse cuenta de esa finitud, tampoco despiertan la ilusión verdadera, el anhelo inconsciente que los va a hacer feliz.

Esta vez suelto bien los animales / para que puedan bailar y moverse
eso es lo que yo necesitaba al verlo/ en todo lo que pueda sentir

Una vez descubierto el deseo profundo, soltás lo animal en vos, dejas fluir tu intuición, tu instinto. Un poco rompiendo la tradición Occidental, escuchar el cuerpo, dejarse llevar con él. Para sentir, bailar y lograr otra conexión con las ideas.

Esta vez voy memorizando y sale /  todo lo que pueda hacerte sentir bien
todo el rato viviendo de ilusiones / sí podemos crecer.

Ya esta parte es un poco más compleja, no es fácil intentar entender que es lo que quiere memorizar “El Chávez” , tal vez simplemente todo lo que puede “hacernos” sentir bien, y eso se conecta con las ilusiones que “nos” hacen crecer.

Y en un espejo /brotan telarañas / que hacen tanta fuerza
para embellecer todo lo malo
que nos da este mundo/ así podemos creer

Acá podemos interpretar sobre un “eso”, unas telarañas, puede ser el hecho de las herramientas que tenemos las personas para poder salir adelante en momentos feos, que pueden embellecer las cosas malas para poder seguir creyendo en nosotros mismos.

En conclusión, después de meses y meses de escuchar este tema como parte de todo el disco, le enganche la esencia, los pliegues, las vertientes, los magmas y los guiños hacia los distintos ritmos que se van a desarrollar en el resto del disco. Es la presentación de este mundo hibrido llamado Nuca, en su segundo disco-etapa oficial, la Maquina de la Pampa. Para quienes quieran escuchar algo novedoso, desenfierrado de purezas, una mezcolanza con su particular belleza, los invito a bucear en este tema y en el disco.
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Darío Estryk es escritor del libro “Serendipias” (Editorial Milena Caserola, 2008), músico y estudiante de  Psicología, en la Universidad de Morón. 
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Fuente: Rock Cero. 


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